martes, 28 de marzo de 2023

El Inframundo del crimen en Colombia. Una reflexión. Ricardo Alberto Suarez Castro. Perfilador Criminal.


En estos días se ha hablado mucho de un proyecto de ley para el sometimiento de las Bandas Criminales, esto propuesto por el gobierno actual, en verdad no es nada novedoso, ya que, en muchas ocasiones en Colombia se ha realizado esta propuesta a muchos criminales o ilegales, sin embargo, el gobierno actual pretende pasarlo como algo nuevo y que seria un paso para la Paz en Colombia.

Desde muy pequeño he conocido la violencia en Colombia, mi padre, ilustre abogado, poeta y escritor, fue perseguido por sus ideales conservadores en los pueblos de Boyacá y Arauca, así mismo, vivió el “bogotazo” y sus consecuencias, yo nací en 1959 y poco después conocí la creación de los grupos guerrilleros por allá en los años sesenta y que al parecer mostraban el descontento social y fungieron como autodefensas campesinas de corte comunista en ese entonces.

Los grupos guerrilleros en su “lucha” han combatido al estado colombiano a través de acciones de grupo armado irregular, el cual ha atacado a las fuerzas armadas, a civiles, ha cometido asesinatos, masacres, secuestros que han sido registrados en la historia de Colombia; yo me acuerdo que se hablaba de los “bandoleros”, personajes siniestros que se dedicaban a robar, matar y supuestamente a “luchar” por el pueblo; siempre me acordare de uno llamado “sangrenegra”, cruel asesino que creo una forma de matar llamada “corte de franela”, que consistía en un corte en la base del cuello que sacaba prácticamente la cabeza del tronco.

Seguramente para muchos estos personajes eran héroes de la revolución, sin embargo, podemos observar que eran generadores de violencia y del crimen, ya que para mi concepto el asesinato, el secuestro y demás es un crimen, asi sea por ideología política, social, religiosa, crimen es crimen.

A través del tiempo, en los años 80 aparecieron unas autodefensas campesinas en el magdalena Medio Colombiano que combatían a las otras autodefensas campesinas (que paradójico) ya establecidas como guerrilla y se denominaron paramilitares, ya que estos respaldaban de alguna manera a estos grupos.

Recuerdo que en los años setenta llegué a Bogotá y me encontré con un panorama interesante en cuanto a la vida criminal en Bogotá, derivada especialmente por las grandes masas de desplazados del conflicto armado entre la guerrilla y el estado colombiano, conocí zonas como el cartucho, cinco huecos, el Bronx, ya que al llegar a Bogotá viví en un barrio del centro de Bogotá llamado Sevilla, al lado de un Barrio llamado Policarpa Salavarrieta, bastión de militantes de la guerrilla; el cartucho era como el centro de la delincuencia en Bogotá, donde se asentaba el naciente negocio de la droga, el atraco, el homicidio y demás formas de crímenes y violencia.

En esos tiempos por razones económicas de ser desplazado, vivimos con mis hermanos en un inquilinato del Barrio las Cruces, epicentro en ese momento de una situación difícil a nivel de delincuencia, estaba rodeado de barrios donde existían familias enteras dedicadas al robo como el famoso cosquilleo y el raponazo, famoso por ese entonces como una forma de robar relojes y cadenas; por ahí viví varios años entre gente de bajos recursos (léase pobres pero honrados) y delincuentes avezados.

En los 80 conocí los ambientes de la naciente época de la droga en Medellín y Cali y gracias a mi inquietud por esos ambientes pude tener experiencia conociendo las bandas de Pablo Escobar y sus secuaces, asi como las bandas de los Rodríguez Orejuela, Gacha, en fin, muchas situaciones del inframundo del crimen.

Después de que me gradué como Psicólogo me dediqué a trabajar en zonas de alto impacto en Bogotá donde la Violencia tanto urbana como de todo tipo esta presente. He entrevistado delincuentes de todo tipo, guerrilleros, paramilitares, abusadores sexuales, sicarios, ladrones comunes, consumidores de droga habitantes de calle y en general todo tipo de personas involucradas en el inframundo criminal.

Aparte de conocer esta situación, por los años 2003 estuve trabajando con el programa de reinserción del Ministerio del Interior donde coordine un grupo de reinsertados de las Farc, que terminaron amenazándome y me toco salir de ese programa; también dentro de mi familia he sido afectado, ya que a mi hermana le quitaron su finca los guerrilleros de las Farc hace unos diez años y hace dos años secuestraron a un primo en Arauca las disidencias de las Farc. Además, quiero decirles que cuando estuve prestando servicio militar obligatorio como soldado bachiller estuve en un atentado en el Palacio de Nariño que hizo el entonces grupo guerrillero M19.

En Colombia el inframundo del crimen esta muy estructurado, son formas de trabajo organizado, son empresas criminales con jefes y empleados, son organizaciones con leyes o estatutos; ellos tienen sus modos de operar y tienen los medios para hacerlo, son miles de personas que dependen de ello, desde el campesino que siembra coca, hasta el vendedor de bazuco en el centro de Bogotá, todos comen de la droga, del crimen, de la estafa, del hurto, es una forma de vida que genera muchas ganancias económicas para los involucrados.

El crimen ya es una forma de vida que en Colombia se ha asentado como normal, no solo los narcos o asesinos son criminales, también lo son los políticos corruptos, los funcionarios corruptos, los lideres sociales corruptos, en fin los que están al filo de la ley con sus acciones, todos son parte de la estructura criminal del inframundo criminal, sin embargo, no todos los colombianos somos criminales, ni vivimos del crimen, somos personas que acatamos la ley y actuamos de acuerdo a una convivencia sana y eso hace que Colombia a la final pueda tener un futuro mejor.

Yo me he preguntado como Perito Forense y Psicólogo como soy, si esa política de sometimiento propuesta ahora y desde hace 50 años pueda realmente servir y mi respuesta es NO categórico, los diálogos no han servido, la reinserción no ha servido, la rebaja de penas tampoco ha servido y ahora mucho menos el sometimiento condicionado tampoco servirá, en definitiva, la negociación con criminales no sirve y no dará resultados.

La conducta criminal a nivel Social y a nivel individual se debe modificar, no es cuestión de “voluntad” o de “querer” dejar de ser criminal, si bien es cierto, no todas las conductas delictivas son deliberadas, todos los que pertenecen a una estructura criminal son criminales y tienen una conducta criminal derivada del aprendizaje denominado “Social” y como todo aprendizaje se puede modificar a través de castigos sociales generen conductas prosociales y no conductas antisociales, en verdad dentro del ámbito científico no podemos recompensar la actividad criminal de ninguna forma, ya que estaremos propiciando el aumento de la conducta criminal.

No debemos olvidar que el crimen existe, no solo como una forma de vida, sino como una forma de estabilidad económica para los que integran este tipo de estructuras.

El inframundo criminal, no lo vemos en realidad, es el resultado de sus acciones lo que vemos, y siempre estaremos pensando quienes son en realidad los que propician la violencia, unos dicen que el estado, otros, que la guerrilla, otros, que los paracos, otros, que el gobierno, otros, que la falta de empleo, que los derechos humanos, en fin, es multifactorial y así debemos enfocarnos en su visión integral.

¡Para reflexionar …!

Artículo escrito por:

Ricardo Alberto Suarez Castro
Perfilador Criminal

investigacionescriminales@yahoo.com

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