Ayer escribí un articulo sobre el papel de los Psicólogos en el tema de la valoración de la credibilidad del testimonio, donde deje plasmada mi preocupación en la utilización de pruebas o técnicas extranjeras en el ámbito forense, donde encontramos que se utilizan técnicas que no son aplicables a la población colombiana, sin embargo, se basan en ellas para determinar ciertas conductas dentro de la investigación de los delitos en Colombia.
Hace muy poco me pidieron analizar un concepto de una Psicóloga en un caso de Violencia Intrafamiliar o Violencia de Pareja que llaman, y me encontré que la Especialista en Jurídica y Forense utilizo una prueba para medir el riesgo que tenia la supuesta victima de ser violentada por su expareja; resulta que la prueba es Española y seguramente medirá el riesgo, pero, resulta que yo hice un perfil del supuesto agresor, fui hasta su casa, entreviste conocidos y … ¡no encontré ninguna conducta de las que dijo la Psicóloga!, es más, la que tenía conductas de agresión era ella y no el… El acusado fue absuelto por falta de pruebas y no se tuvo en cuenta lo dicho por la Psicóloga …
He observado que algunos profesionales toman alguna prueba o técnica y de acuerdo con la entrevista “determinan” su conducta a través de interpretaciones de libro y no de conductas presentadas por los supuestos agresores…
Pienso que algo está pasando dentro del ámbito de la investigación del delito en cuanto a la función del Psicólogo; Encuentro Psicólogos que fungen como Investigadores criminalísticos y dan conceptos de Peritos, pero no son peritos en su función; otros reciben a las presuntas víctimas, le hacen una valoración Psicológica y determinan hacerle un tratamiento para el Abuso Sexual, sin que hayan valorado el Abuso Sexual; así mismo, encuentro casos en las cuales Psicólogos que hacen correctamente sus informes y son cuestionados por el tribunal de ética porque el procedimiento les parece que no es el correcto según ellos.
A lo anterior me refiero a unos casos que he observado en mi trabajo y es el famoso consentimiento informado por parte de los padres dentro del conflicto de violencia intrafamiliar o de pareja y que genera investigaciones sobre el tema de la Ética del Psicólogo en su ejercicio legal de su profesión.
De acuerdo con lo que he trabajado como Psicólogo en ese ámbito (desde 1990) el consentimiento informado se da por alguna de las partes que tienen la custodia de los menores, esto lo he discutido con docenas de abogados entre ellos el Dr. Rodny Ortiz y el Dr. Fernando Rivera ex magistrado de la sala disciplinar del Consejo Superior de la Judicatura, el consentimiento se da por la parte que solicita la valoración y eso es suficiente para realizar el trabajo de intervención o Valoración y se puede dar un concepto, esto lo hacen todos los Psicólogos de las Instituciones y privados, sin embargo, el tribunal de Ética dice que se necesitan los consentimientos de los dos padres para poder evaluar a un menor o intervenir en un tratamiento; No se de donde sacan ese concepto o norma – al parecer, es un reglamento interno del tribunal- pero no corresponde a la realidad del ejercicio de la Psicología en el ámbito clínico o forense.
La relación cliente y profesional es sagrada, es un convenio que tácitamente refleja un actuar dentro de un procedimiento, además es un derecho de las personas y especialmente de los menores, se debe asumir que el profesional esta actuando de forma correcta y no ilícita y que lo que dice el profesional se toma como cierto sin tener que cuestionarlo como si fuera un delincuente y debe ser respetuoso su trato, si nos ponemos a ver en ninguna parte de la ley 1090 de 2006 se encuentra que se debe tener en cuenta los dos padres para dar el consentimiento, además, no encuentro ninguna norma, ley o decreto que diga que los Psicólogos deben tener el consentimiento de los dos padres, si fuese así, el tribunal tendría que investigar y sancionar a los Psicólogos de Medicina legal, del ICBF, de las comisarias, de Creemos en ti, en fin, a todos los psicólogos que atienden casos de Violencia Intrafamiliar o Conflicto de Pareja o inclusive de abuso sexual.
El día de ayer salió en el diario impreso de “El Espectador”, un reportaje muy diciente sobre lo que pasa en la Psicología a nivel Internacional, y la persona que fue entrevistada fue Amanda Clinton, directora de Asuntos Internacionales de la Asociación Americana de Psicología la cual hablaba del “sesgo occidental en la psicología” esto en el marco de la Cumbre Internacional de Psicología y Salud Mental realizada en Bogotá, me imagino por estos días, donde se hablo sobre las diferencias abismales en la aplicación de la Psicología como ciencia en las diferentes latitudes. Algo que me llamo la atención fue lo que dijo en una parte de su entrevista y es lo siguiente “Cuando llegue a Colombia por primera vez, hace mas de 20 años, recién acabado mi doctorado en Neuropsicología, tenía frescos los conocimientos de la universidad y creía saber mucho de como aplicar pruebas de memoria y luego escribir un informe sobre la base de lo que ya sabía. Pero me di cuenta de que no sabia nada. Las realidades de las personas que conocí en Colombia eran muy distantes de las de una PhD. estadounidense. Inicialmente intenté aplicar intervenciones muy estructuradas que eran incompatibles con el modo de ser de las familias colombianas…” Se le pregunto sobre el conflicto armado en Colombia y la Salud Mental y reconoció que no conocía bien el tema y eso me pareció muy bien.
Haciendo una reflexión sobre el asunto y respetando a todos mis colegas de la Psicología como lo he hecho siempre, pienso que la formación académica de post- grado es fabulosa, es parte del aprendizaje, pero ese conocimiento se debe adaptar a cada contexto en que trabajamos, no podemos aplicar conocimientos validados en otras latitudes en la solución de problemas colombianos, sin conocer las variables que influyen en nuestro país.
Después de 30 años de trabajar en las calles de Bogotá, Medellín, Cali, en zonas de conflicto armado, haber participado en el programa de reinserción del Ministerio del Interior, conocido el “cartucho”, “cinco huecos”, el “Bronx”, haber entrevistado Guerrilleros, delincuentes, paramilitares, etc., conozco como son las estructuras criminales en Colombia, conozco como operan las ollas de narcotráfico, he llegado a la conclusión que el delincuente, el agresor sexual, el agresor en la violencia intrafamiliar y demás, son muy diferentes a los de España, USA o del mundo europeo o del oriente.
Me pregunto: Si Medicina Legal tiene unos protocolos para evaluar la Violencia Intrafamiliar, el Abordaje de víctimas de abuso sexual, de conflicto de pareja, de maltrato y consumo de sustancias… ¿Por qué no se usan esos procedimientos? …
¡Para reflexionar!
Artículo escrito por:
Ricardo Alberto Suarez Castro
Perito Forense.
investigacionescriminales@yahoo.com