Hace un par de días viendo el noticiero me entere de la muerte por “linchamiento” popular de un señor que cuidaba a tres niñas y supuestamente las “abusaba” o las “tocaba”, trágico destino de un señor que no tuvo ni siquiera la oportunidad de un proceso o una defensa, que pudiese determinar si abuso de esas tres menores.
Viendo los noticieros pude analizar el caso con la información de los medios y me di cuenta a vuelo de pájaro que se trato de una falsa alarma y el hecho no sucedió, ya que un familiar del señor dijo a los medios que se trataba de un “chisme”, ya que a las niñas no le caían bien el susodicho y dijeron que las había tocado, la vecina se entero del asunto y como en la época del obscurantismo y de cacería de brujas, asaltaron la casa, lo sacaron a la calle y lo golpearon hasta matarlo… Ahora el asunto se convirtió en un homicidio y se tendrá que investigar el hecho, como tal.
En varias ocasiones he escrito sobre el tema y en verdad hay que reflexionar sobre el asunto, ya que me parece grave estas situaciones donde se señalan a personas de delitos solo por un rumor, dicho, chisme, o comentario que se riega como pólvora en algunos contextos y generan situaciones como la mencionada o el procesamiento de las personas de un delito que no se cometió y que lesiona la integridad física, psicológica, social, laboral de los imputados por estos delitos.
Desde que trabajo en casos de este tipo, por allá en el año 1996, he encontrado cientos de falsos positivos en Abuso Sexual, casos que llevan hasta 10 o 15 años, donde “testimonios” de menores, que sin ser validados o corroborados generan condenas en personas inocentes o como el caso mencionado, en la muerte, sin ninguna prueba real o valoración científica o investigación criminal del hecho.
He encontrado casos, donde solo el dicho de la menor es suficiente para condenar, solo por el hecho de que hay que “creer” en la menor o en su defecto en una psicóloga que valida el “dicho”, y la fiscalía, sin hacer la investigación, “determina” la autoría del hecho.
En los noticieros es frecuente ver que salen algunas asociaciones “defensoras” de la mujer y los niños, que “muestran” estadísticas de abuso que no corresponden a la realidad, se afirman por ejemplo, que cada día son “abusados” tal numero de menores, sin embargo, se guían por denuncias hechas al el ICBF, Fiscalía, Comisarias y otras instituciones, pero que solo son denuncias y no hechos investigados en realidad, asi mismo, se basan en estadísticas de valoraciones en el Instituto de Medicina Legal, sin tener en cuenta que muchas de ellas no dan como resultado un Abuso Sexual, o sea que no se ha comprobado bajo el punto de vista forense, el abuso; también he encontrado que la investigación de la Fiscalía, brilla por su ausencia, ya que para muchos fiscales es suficiente el dicho del menor, sin que se determine la credibilidad del mismo, o se haga una corroboración periférica de los hechos por otros medios.
Según el panorama planteado en estos casos, estamos llenos de abusadores sexuales de menores en el seno de las familias, cosa que no corresponde a la realidad y en verdad es preocupante esa percepción.
No quiero extenderme en este tema ya que en verdad tiene muchas aristas, pero debemos reflexionar sobre el asunto, solo quiero agregar que muchos profesionales tanto de la investigación como forenses, ni siquiera tienen claro que es un abuso sexual y quien es un abusador, y cual es el contexto en que se desarrolla dicha conducta.
¡Para reflexionar …!
Articulo escrito por:
investigacionescriminales@yahoo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario